La maté porque era mía,
mi impotencia, mi adición,
esa oscura tentación
en la que prostituía
lo que no reconocía
tras los males y los velos,
los infiernos y los cielos
que jamás están aquí;
la maté dentro de mí
y movido por los celos.
Jesús María Bustelo Acevedo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario