Las mujeres que aman demasiado

Estás buscando el amor
y na más que encuentras palos,
¿dónde están esos regalos
prometidos?, ¡por favor!...
Y a más amor, más dolor;
y a más entrega, más daños,
y así se pasan los años
en esa pasión extraña
con la que la que se engaña
sólo sufre desengaños.

Jesús María Bustelo Acevedo

El Puto Amo

¡La Tele es nuestro Patriarca!
¡La Tele es nuestro Gran Rey!
¡Ella protege la Ley
y hace que avance la barca!
¡Oh sabia Tele que marca
los pasos de cada pierna,
cada convicción interna,
la verdad de la razón,
y es, mas que pese a Platón,
la luz de nuestra caverna!

Jesús María Bustelo Acevedo

Del verso a lo perverso

Pervertir, tal es el credo
del que ni cree ni crea
más verdad que la que sea
heredada por el miedo,
y señalar con el dedo
corazón sin corazón
con su civilización
del pasado y de la muerte
a todo lo que pervierte
su credo y su perversión.

Jesús María Bustelo Acevedo

El virus

Corona, coronaviros,
coronaviros que mata,
a la sociedad retrata
con sus risas y suspiros,
manda a todos a retiros,
por decreto o por temor,
y rendidos al error
del que ordena con su dedo
no ven que el virus del miedo
es siempre el virus mayor.

Jesús María Bustelo Acevedo

Los fariseos

Llegaron los fariseos,
engreídos y chulapos,
y aunque te parezcan guapos
en el fondo son muy feos:
movidos por sus deseos,
por su credo y por su gran
voluntad de ciencia van
llenando de Dios los sesos,
y acaban, no libres, presos
de las trampas de Satán.

Jesús María Bustelo Acevedo

Más libros, más lúgubres

Un libro es un trolebús
que huela como una vaca,
un pene en una cloaca
y un sapo jugando al mus,
un muerto de un patatús,
un coco terraplanista,
un ricachón comunista
y un fascista pobretón,
y es que un libro es un mojón
si está podrida tu vista.

Jesús María Bustelo Acevedo

¡No eres normal!

No eres normal: el normal
valida el mundo en que vive,
permite que lo cautive
y se convierte en su igual
para bien y para mal,
que al mundo nada lo para
ni hay pero que lo repara
ni busca reparación
ni precisó un corazón
que lo desnormalizara...

¡No eres normal en las formas
de este mundo y en sus normas!

Jesús María Bustelo Acevedo

España 2020

Mediocridad, populismo,
propaganda, vanidad,
pavor a la libertad,
trincheras, supremacismo,
catacumbas, catecismo,
cloacas que como clon
repiten televisión,
prensa escrita y radio hablada
de una patria acorazada
sin madre y sin corazón.

Jesús María Bustelo Acevedo

Ciudadano virtual

¡Soy español! ¡Soy paleto!
Orgulloso de este don
donde invierto el corazón
y la mente por completo;
aunque necio, yo me meto
en toda conversación,
y como soy muy cabrón
no sé guardar ni un secreto,
y si me piden respeto
yo les respondo: ¡un mojón!

Jesús María Bustelo Acevedo

¡Su verdad os hará horribles!

Violencia, todo es violencia:
la Junta de Andalucía,
la chica que cada día
trabaja en la residencia,
el coche, la pseudociencia,
la voz, los bulos y aquellos
que los combaten a ellos,
la comida y el dentrífico,
la honradez y lo honorífico,
y patricios y plebeyos...

¡No hay para el mundo y su ciencia
más verdad que la violencia!

Jesús María Bustelo Acevedo

Besos

Más besos, besos de esos
que refuerzan al equipo,
los que te quitan el hipo
y comparten embelesos
que llegan hasta los huesos,
más besos con esos labios
que cuando besan son sabios
y necios cuando maldicen,
labios que juntos bendicen
y distantes dan agravios...

¡Besos santos y traviesos,
que vivir es darnos besos!

Jesús María Bustelo Acevedo

Viralidad

Virulento y viruveloz
las fronteras van destrozando
y consiguen que tome el mando
de las mentes el miedo atroz...
Eso pasa cuando la voz
del silencio nos desespera,
entregados por la quimera
a los gérmenes del terror,
sin la química del Amor
y sin Dios que nos redimiera.

Jesús María Bustelo Acevedo

Dócima del machirulo... y de la machirula

Otra vez el machirulo
viene a imponernos su ley:
él es la plebe y el rey,
y es la patada y el culo;
el difamado y el bulo,
el sabio y el ignorante,
el cirujano, el trasplante,
el herido y el que hiere,
el que mata y el que muere
y el mangado y el mangante...

¡Solamente no es la oreja
que escucha siempre su queja!

Jesús María Bustelo Acevedo