Toma mi mano, Señor,
que necesito de Ti,
y quiero salir de mí
como el delicado olor
se desprende de la flor.
Toma mi mano, que implora
que la verdad redentora
de tu buena mano amiga
me perdone y me bendiga
para siempre pero ahora.
Jesús María Bustelo Acevedo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario