Se gentrifica Logroño,
y un desfile peregrino
pide abaratar el vino,
¡que ya está muy caro, coño!
Y uno que se llama Toño,
algo menos borrachín,
en el pecho luce un pin
en el que pide trabajo,
y con los versos de abajo
al desfile pone fin...
(Y si leerlos le place,
haga click en este enlace).
Jesús María Bustelo Acevedo
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