Blas de Lezo, otro elemento
que mata a sus semejantes,
igual ahora que antes,
no merece un monumento.
Un colono, otro esperpento,
que, vestido de bufón,
sin alma ni corazón,
se convierte en homicida,
despreciando cada vida
con un gesto fanfarrón.
Jesús María Bustelo Acevedo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario