¡No me jodas, Jodorowsky,
que un ególatra gurú
tan famoso como tú,
tan violento como Trosky,
mercantil como el Eroski,
siniestro como el vudú
y frío como un iglú,
aunque se tenga por listo,
nunca excede al Jesucristo
que derrotó a Belcebú!
Jesús María Bustelo Acevedo
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