Abrazado al corazón,
donde bailan las estrellas,
comienzo a hacerlo con ellas
feliz y por vocación.
¡Qué alegría y qué ilusión,
como el trovador cantara,
sentir que no nos separa
la efímera falsedad,
y gozar la libertad
en la que Dios nos creara!
Jesús María Bustelo Acevedo
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