Yo voy haciendo juicios
y debo dejar de hacerlos,
o si no tendré que verlos
en mis propios perjuicios...
La culpa, los sacrificios,
los esfuerzos y el dolor
son todos el mismo error
del sueño que nos separa
y que al despertar se para
y vemos que es todo Amor.
Jesús María Bustelo Acevedo
Mucha religión, poco corazón
¿Te gusta Jerusalén?
Entonces te gusta el crimen,
el crimen por el que gimen
estos y aquellos también;
tras un velo o un amén,
o la hipócrita oración
de violenta religión;
tras un gorrito ridículo
o algún perverso versículo
hay tan sólo maldición...
¡Pues siempre falta la Luz
del que murió en una cruz!
Jesús María Bustelo Acevedo
Entonces te gusta el crimen,
el crimen por el que gimen
estos y aquellos también;
tras un velo o un amén,
o la hipócrita oración
de violenta religión;
tras un gorrito ridículo
o algún perverso versículo
hay tan sólo maldición...
¡Pues siempre falta la Luz
del que murió en una cruz!
Jesús María Bustelo Acevedo
¿Qué le importa a la Luna allá en los cielos?
Selene... ¡sueño imposible!
¿Quién puede abrazar la Luna
si nunca supo a ninguna
en la Tierra disponible?
Si tanto errar, tan horrible,
tanto temor nos detiene,
demente es que quien se entretiene
soñando que está despierto
y preso en un mundo muerto
quiere apresar a Selene.
Jesús María Bustelo Acevedo
¿Quién puede abrazar la Luna
si nunca supo a ninguna
en la Tierra disponible?
Si tanto errar, tan horrible,
tanto temor nos detiene,
demente es que quien se entretiene
soñando que está despierto
y preso en un mundo muerto
quiere apresar a Selene.
Jesús María Bustelo Acevedo
El hijo pródigo se ha ido de caza
El que ignora el corazón,
necesita la coraza,
y con ella va de caza
en un mundo de ilusión,
donde el auténtico don
aparenta una amenaza,
le hace ensanchar la coraza
y encoger el corazón,
que en un mundo de ilusión
sólo la ilusión se abraza.
Jesús María Bustelo Acevedo
necesita la coraza,
y con ella va de caza
en un mundo de ilusión,
donde el auténtico don
aparenta una amenaza,
le hace ensanchar la coraza
y encoger el corazón,
que en un mundo de ilusión
sólo la ilusión se abraza.
Jesús María Bustelo Acevedo
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