El sino

El sino, si no lo ves,
porque lo encuentras cansino,
no es porque no exista, sino
que es porque viene después...
¡El sino!, ¿qué cosa es
sino a cuánto se avecina
ver con temor?, ¡qué pamplina!;
¡si el porvenir evidente
es el signo del presente
que quien lo goza adivina!

Jesús María Bustelo Acevedo

El Discurso del Milagro

Aquí termino el discurso,
el discurso del milagro,
feliz si desembisagro
las puertas blindadas; curso
que no fue más que un recurso
para que, movido por
ese curso inspirador,
estas musas cantatrices
sigan cantando felices
las verdades del Amor.

Jesús María Bustelo Acevedo

20N

¡20N! ¡20N!
¡Nuevamente recordamos
al que más idolatramos!
¡Gran caudillo que nos tiene
subyugados!... ¡Nuestro nene!
Y es la imagen del cariño
en el hogar, y lo ciño
en los sinceros amores
de sus dos progenitores
y en la Inocencia del Niño.

Jesús María Bustelo Acevedo

¡Oh Gran Guía!

Hipocresía de gurú,
que va tendiéndote la mano
con un orgullo soberano
porque se piensa más que tú,
pero, después, ni fa ni fu
es lo que sale por su boca,
que, llena de soberbia loca,
quiere instruirte en su verdad,
que es despreciar tu libertad,
que es lo que nunca se equivoca.

Jesús María Bustelo Acevedo

Aprendizaje

La alegría de la vida
manifiesta la visión
perenne del corazón
que debe ser compartida.
La vida que fue vivida
ni es presente ni es verdad,
ni es vieja ni es novedad,
pues sólo es aprendizaje,
nuestra cruz, nuestro equipaje
del viaje a la Libertad.

Jesús María Bustelo Acevedo

¿Mande?

¿Qué es lo que me dice?, ¿mande?
¿Asociación Mahasandhi?
A mí me sobra con Gandhi,
con Jesús, que es el más grande,
y, ándese por donde se ande,
con lo que mi Dios me manda
(y, digo, ese Dios que anda
en lo sencillo y profundo
de mi corazón fecundo),
¡que del resto, no hay demanda!

Jesús María Bustelo Acevedo

¿Qué es el Niño Interior?

Pues mi Niño Interior
es todo Fortaleza,
y Bondad y Belleza,
y Ternura y Amor;
de su Gran Creador
heredó la Inocencia
y la Perenne Herencia
del Poder Creativo,
y por eso estoy vivo...
¡lo demás es creencia!

Jesús María Bustelo Acevedo