Siempre

Siempre me están sonrïendo,
con la infinita ternura
de la inocencia más pura
y atemporal, y comprendo
que ese golpe tan tremendo
que a la vida da la muerte,
en el fondo, les divierte;
que de este sueño, en los Cielos,
sonrïentes, mis abuelos,
aguardan que me despierte.

Jesús María Bustelo Acevedo